domingo, 16 de noviembre de 2008

4. PILONODOSIS

PIEDRA NEGRA Y PIEDRA BLANCA

DEFINICIÓN


La pilonodosis es una infección de la cutícula del cabello que se manifiesta por pequeños nódulos, dispuestos aislados o en cadenas, de diferentes tamaño, adheridos firmemente a todo lo largo del pelo. El crecimiento del hongo se inicia por debajo de la cutícula del cabello y continúa alrededor de la vaina, envolviéndola y formando el nódulo. Los pelos afectados parecen dilatados, se debilitan y se fragmentan a nivel de los nódulos. Esta micosis se presenta con frecuencia en áreas templadas y tropicales, afectando por igual a personas de ambos sexos y de todas las edades, principalmente en personas de sexo masculino que viven en condiciones de hacinamiento.

La Piedra Negra se caracteriza por la presencia de nódulos duros, de color negro. Es producida por el hongo dematiáceo Piedraia hortae, perteneciente a la clase de los Ascomycetes, el pelo afectado es generalmente el del cuero cabelludo, pero se pueden presentar en otras zonas vellosas del cuerpo. El nódulo es una estructura de reproducción sexual (ascostroma) en cuyo interior se observan las ascas con las esporas.

La Piedra Blanca, son nódulos de consistencia blanda, de color crema o grisáceo, localizados principalmente en áreas genitales, axilas, barba y bigote, aunque también se puede presentar en el cuero cabelludo, es causada por el hongo saprófito de aguas estancadas Trichosporum beigelli.

DIAGNÓSTICO
Macroscópicamente, se observan nódulos adheridos firmemente a todo lo largo del pelo (figura 4.1), el cual tiende a fracturarse con facilidad y a la palpación muestran una sensación de arenilla. El estudio micológico directo se realiza colocando el pelo parasitado entre lámina y laminilla (figura 4.2). Al presionar, se rompen los nódulos y al microscopio óptico, se observan, en su interior, ascas con dos a ocho ascosporas fusiformes y unicelulares ya que es una estructura de reproducción sexual.





Figura 4. 1. Cabellos parasitados con Piedra Negra (flechas)
(Proporcionado por Prof. Guillermo Fernández)








Figura 4. 2. Nódulo de Piedra Negra.
(Proporcionada por Prof. Guillermo Fernández)

3. PITIRIASIS VERSICOLOR

SINONIMIA: Tiña versicolor
DEFINICIÓN
La pitiriasis versicolor es una micosis superficial causada por el parasitismo de levaduras lipofílicas pertenecientes al género Malassezia. La levadura forma parte de la flora normal de la piel humana, en especial de las zonas ricas en ácidos grasos como el cuero cabelludo, y bajo ciertas condiciones predisponentes se hace patógeno, como en el embarazo, obesidad, enfermedades crónicas e inmunosupresoras como el SIDA y terapia con corticosteroides. El hongo afecta el estrato córneo de la piel, principalmente del tórax, cara, los hombros, el abdomen y puede extenderse a todo el cuerpo produciendo máculas descamativas, no inflamatorias, de color variable, hipo o hiperpigmentadas, solitarias o confluentes, de bordes planos bien definidos (figura 3.1).




Figura 3.1. Pitiriasis versicolor diseminada en cara, y cuello.
(Proporcionada por Prof. Maigualida Pérez).


Predomina en pacientes de áreas tropicales y subtropicales, de ambos sexos, de todas las edades con un ligero aumento en adultos jóvenes. La enfermedad puede ser benigna o crónica y aunque el paciente a menudo refiere prurito cuando hay exceso de sudoración, el motivo de la consulta generalmente es de tipo cosmético.

AGENTE ETIOLÓGICO


La pitiriasis versicolor es causada por una de las siete especies del género Malassezia:

M. furfur, M. pachydermatis, M. sympodialis, M. globosa, M. obtusa, M. restricta, M. slooffiae.


DIAGNÓSTICO

Muestra: escamas tomadas por la técnica de la cinta adhesiva.
Estudio Micológico:

Directo: al microscopio se observan blastoconidias de pared gruesa y refringente, de 3 a 8 mm de diámetro, aisladas o dispuestas en acúmulos y asociadas o no con hifas cortas y gruesas, poco ramificadas, de 2 a 4 mm de diámetro (figura 3.2.), que indican el diagnóstico definitivo de pitiriasis versicolor por Malassezia sp.



Figura 3.2. Malassezia sp. Se observan blastoconidias (B) en
acúmulos asociadas con hifas (H) cortas y gruesas.
Técnica de cinta adhesiva, coloración azul de metileno 0,05%.
(Proporcionada por Prof. Leila García)

Cultivo: rutinariamente no se realiza para efectos diagnósticos.

2. MICOSIS. Clasificación de las Micosis.

DEFINICIÓN

Micosis, del gr. mýkes, hongo, y el suf. osis, con el que se expresa la condición o el estado de una cosa, un proceso, etc. Es el estado del organismo sujeto a los efectos nocivos de los hongos parásitos: amplia gama de infecciones del hombre y de los animales superiores, ocasionadas por muy diversas especies de hongos. Aunque en la naturaleza se encuentran cientos de miles de especies de hongos (aproximadamente 150.000), sólo unas 150 especies conocidas causan enfermedad en los seres humanos. La disciplina que se encarga del estudio de los hongos parásitos del hombre es la Micología Médica. Actualmente se considera dentro de la micología médica el estudio del micetoma.

El micetoma es una infección de la piel, generalmente localizada, crónica y destructiva, que invade progresivamente el tejido subcutáneo, los músculos, los tendones y los huesos. Este proceso infeccioso puede ser producido por bacterias (actinomicetoma) o por hongos (eumicetoma).


CLASIFICACIÓN DE LAS MICOSIS

Tomando en cuenta el grado de profundidad anatómica que afecte el hongo, las micosis se clasifican en: superficiales, cutáneas, subcutáneas, sistémicas y oportunistas (tabla 2.1).

Tabla 2.1. Clasificación de las micosis según la profundidad anatómica afectada




MICOSIS SUPERFICIALES


Las micosis superficiales son las afecciones producidas por el parasitísmo fúngico de las estructuras córneas (capa córnea de la piel, pelos, uñas, plumas, cuernos, etc).

Clasificación
Otra clasificación considera a las micosis superficiales y a las cutáneas dentro de un mismo grupo, tomando en cuenta que el agente causal sea parásito de la queratina (Queratomicosis) o que forme nódulos duros, blancos o negros sobre el pelo (Pilonodosis). Dentro de las micosis superficiales es frecuente estudiar la candidosis mucocutánea crónica, causada por la levadura Candida albicans. Esta levadura habita como comensal en el tubo digestivo superior (boca, esófago, etc) del hombre y otros animales y bajo ciertos factores predisponentes se hace patógena al invadir y colonizar los epitelios pluriestratificados húmedos de la boca, vulvo-vagina, conducto auditivo externo, pliegues cutáneos etc, y tiende a diseminarse por todo el organismo al hacerse oportunista (Tabla 2.2)


Tabla 2.2. Clasificación de las micosis según la afinidad del agente etiológico por la queratina.



MICOSIS PROFUNDAS

Las micosis profundas son las afecciones debidas al parasitismo de hongos y actinomicetos que ocupan estructuras más profundas que las córneas, con tendencia eventual a la generalización en el organismo.

Clasificación
De acuerdo a la reacción histopatológica observada en la respuesta tisular, las micosis profundas se puede clasificar en granulomas y micetoma, según los elementos parasitarios se encuentren mezclados con las células del tejido de reacción granulomatosa, inflamatoria, crónica e incluidos en ellos, o que se encuentren reunidos en masas compactas dentro del tejido inflamatorio formando “granos” (micetoma).

MICOSIS OPORTUNISTAS

Son las micosis producidas por hongos que atacan a huéspedes con un estado alterado de sus mecanismos inmunológicos de defensa, principalmente los celulares, que son fundamentales contra las infecciones fúngicas.

1.2. Estructura Subcelular de los Hongos

ESTRUCTURA SUBCELULAR

Los hongos al ser organismos eucarióticios poseen muchos de los organelos e inclusiones citoplasmáticas que están presentes en las células de organismos eucarióticos superiores. Otros componentes citológicos son exclusivos de las células fúngicas.

En una composición esquemática, tanto de hifa (figura 1.7) como de levadura (figura 1.8), se observa una pared celular gruesa, compuesta por dos capas: una externa que puede estar cubierta de microfibrillas y una capa interna. En las especies de hongos filamentosos tabicados, la pared celular se introduce regularmente para formar los tabiques o septos que separan las células de una hifa. El septo está constituido por un poro septal, generalmente asociado con varios organelos denominados cuerpos de Woronin, los cuales actúan taponando el poro para regular el flujo citoplasmático entre las células adyacentes de la hifa. Algunas especies de hongos levaduriformes poseen, por fuera de la pared celular, una cápsula transparente formada por un material de secreción viscoso constituido por un complejo de polisacáridos, que contiene una red de delicadas microfibrillas o material granular de aspecto osmiofílico.

Por debajo de la pared celular se encuentra la membrana citoplasmática rodeando el citoplasma en cuyo interior se presenta una gran variedad de organelos e inclusiones. El núcleo, que puede ser múltiple, consiste de una membrana nuclear, poros nucleares, nucleoplasma y nucleolo localizado excéntricamente. El retículo endoplasmático liso y rugoso se encuentra distribuido por todo el citoplasma y en ocasiones muestra comunicación directa con la membrana nuclear, revelando la continuidad entre estos sistemas membranosos. Los ribosomas y las mitocondrias se observan libres en el citoplasma. Con frecuencia se aprecian abundantes vacuolas, especialmente en células envejecidas, con un contenido de densidad variable y cumpliendo funciones de almacenamiento enzimático parecidas a los lisosomas, tal como se ha demostrado citoquímicamente. Entre la membrana citoplasmática y la pared celular, o en el interior del citoplasma, es frecuente observar sistemas membranosos que han sido denominados lomasomas o plasmalomasomas respectivamente, cuya función exacta se desconoce, aunque al carecer los hongos de aparato de Golgi, se piensa que estos sistemas membranosos pueden cumplir las funciones del Golgi.




Figura 1.7. Representación esquemática de una hifa septada. Se muestra la pared celular interna (PCI) y externa (PCE), septo (S), el poro septal (PS), membrana citoplasmática (MC), Plasmolomasomas (PL), lomasomas (L), retículo endoplasmático liso (rel) y rugoso (rer), cuerpos de woronin (CW), núcleo (N), nucleolo (n), ribosomas ®, mitocondrias (m), vacuolas (V), cuerpos lipídicos (CL)





Figura 1.8. Representación esquemática de una célula levaduriforme. Se observa material microfibrilar (Mmf) adherido a la superficie de la pared celular externa (PCE), pared celular interna (PCI), membrana citoplásmática (mc), sistemas membranosos o lomasomas (L), retículo endoplasmático liso (rel) y rugoso (rer), vacuolas (V) con material electrondenso (Vmed) similar a lisosomas, cuerpo multivesicular (cmv), mitocondrias (m) y ribosomas libres ®, núcleo (N) con membrana nuclear (Mn), poros nucleares (Pn) y nucleolo (n).


ULTRAESTRUCTURA

Se desconoce una entidad citológica única que diferencie entre distintas especies de hongos o entre los hongos patógenos y los no patógenos. Aunque las descripciones morfológicas, puramente ultraestructurales, de las células fúngicas han aportado mucho al conocimiento micológico, para conocer la relación estructura-función se hace necesario la utilización de otras técnicas como la localización histoquímica de enzimas y la identificación citológica de componentes estructurales.

En las secuencias mostradas en la figura 1.9 se observa la estructura subcelular de hifas pertenecientes a diferentes especies de hogos tabicados. En A la pared celular se invagina para dar inicio a la formación del tabique o septo. Al finalizar la estructuración del septo en B se aprecia la conformación del poro septal, rodeado por dos o más estructuras electrondensas denominadas cuerpos de Woronin. En C se observan grandes vacuolas con otras más pequeñas en su interior y de diferente densidad electrónica que en conjunto se denominan cuerpos multivesiculares (CMV). Observe que la pared, de diámetro variable, está conformada por una pared celular externa electrondensa (PCE) y una pared celular interna electrontransparente (PCI) en íntima relación con la membrana citoplasmática (mc) de aspecto regular o irregular. Externamente a la PCE se observan estructuras granulares (G) que posiblemente han sido sintetizadas intracitoplasmáticamente y expulsadas a través de un sistema vacuolar. Las vacuolas en los hongos, han sido descritas como organelos complejos que forman parte del sistema digestivo, secretor y endocítico asociado a una amplia variedad de funciones: participan en procesos degradativos y pueden ser consideradas como un sitio primario de reserva de metabolitos, aminoácidos y polifosfatos involucrados en fenómenos de regulación de la concentración iónica citoplasmática y pH.

Los hongos carecen de un aparato de Golgi altamente estructurado, tal como lo observamos en las células animales, sin embargo se ha considerado que el sistema de cisternas lisas y vacuolas pequeñas con membranas, funcionalmente constituyen el aparato de Golgi.



Figura 1.9. Corte longitudinal de hifas. Se observa: pared celular externa (PCE) e interna (PCI), membrana citoplasmática (mc), septo (S), poro septal (P), cuerpos de Woronin (cw), vacuola con material electrondenso (V), cuerpos multivesiculares (CMV).


En la figura 1.10 se observa la ultraestructura de células levaduriformes con y sin cápsula. Observe en A un material granular electrondenso de mucopolisacárido representativo de la cápsula.




Figura 1.10. Corte transversal de levaduras. A: levadura rodeada por cápsula de mucopolisacárido ©, de aspecto granular, observada al microcopio electrónico. B: levaduras sin cápsula. Observe la ruptura de la pared celular (PC) durante el proceso de formación de la nueva gema (G).


REPRODUCCIÓN

Los hongos se reproducen por procesos sexuados y asexuados. La reproducción sexual constituye el estado perfecto o teleomorfo del hongo, se caracteriza por la unión de dos núcleos que dan lugar a esporas sexuadas que contienen en su interior un huevo o zigote (zigosporas, ascosporas, basidiosporas) y tiene importancia taxonómica.
La reproducción asexual es el estado imperfecto a anamorfo, puede ocurrir por propagación vegetativa a partir de fragmentos de micelio (método tálico), o por formación de conidias a partir de una célula madre (blastoconidiasconidias, esporangiosporas, etc.), tiene importancia médica para la identificación por especie de los hongos. En algunas especies coexisten las dos formas de reproducción en el mismo organismo por lo que a este tipo de hongo se le denomina holomorfo.

Conidias tálicas (figura 1.11)

Artroconidias: resultan de la fragmentación o desarticulación de las células de una hifa, después del engrosamiento de su pared celular y condensación del citoplasma.
Clamidosporas: es una estructura unicelular, grande, redondeada, de pared gruesa, formada por el aumento del tamaño de la hifa, puede ser terminal, lateral o intercalar y sirve como medio de supervivencia.
Macroconidias: son conidias multicelulares desarrollados a partir de hifas terminales.
Microconidias: son unicelulares y al igual que las macroconidias se desarrollan a partir de hifas terminales.
Fialoconidias: son conidias que se forman a partir de una célula conidiógena en forma de botella llamada fiálide, formando grupos alrededor de la fiálide.

Conidias blásticas
Es el tipo de multiplicación de las levaduras por medio del cual la célula madre puede brotar desde uno o varios puntos (multibrotación) de su membrana citoplasmática para formar las blastoconidias también llamadas brotes o gemas.




Figura 1.11. Representación esquemática de diversos tipos de esporas asexuadas tálicas.

martes, 11 de noviembre de 2008

1.1. BIOLOGIA DE LOS HONGOS. Morfología

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS HONGOS
Los hongos (del latin fungus), son organismos eucarióticos, heterotróficos y quimiotrópicos, aerobios obligados o facultativos, de vida libre, habitan naturalmente en agua, suelos y restos orgánicos en descomposición. En la naturaleza existen unas 100.000 especies de hongos, de las cuales unas 200 son potencialmente patógenas para el hombre y los animales, y muy pocas tienen un poder patógeno primario.

MORFOLOGÍA
Los hongos pueden crecer como mohos o como levaduras. Algunas especies son dimórficas, es decir a temperatura de 37 °C (temperatura corporal) son capaces de crecer como levaduras, y a 25°C (temperatura ambiente) se desarrollan como mohos.

Mohos

Microscópicamente, los mohos son organismos multicelulares, forman túbulos cilíndricos y ramificados denominados hifas, poseen un diámetro de 2 a 10 µm y crecen por extensión en longitud desde el extremo de un filamento, así se forma una masa de hifas entrelazadas denominada micelio. En algunas especies de hongos las hifas están divididas en células por tabiques o septos que se forman con intervalos regulares durante el crecimiento filamentoso; cada tabique posee un poro septal que permite la continuidad citoplasmática entre una célula y otra del filamento. Otros especies carecen de tabiques septales por lo que se denominan hongos cenocíticos. En estas condiciones las hifas que penetran en el sustrato cumplen funciones de sostén y de absorción de nutrientes por lo que se denominan hifas vegetativas o de sustrato. Los filamentos del micelio que se proyectan por encima de la superficie del sustrato hacia el aire, constituyen hifas aéreas o reproductoras ya que contienen las estructuras reproductoras del hongo llamadas conidias o esporas. (figuras 1.1 y 1.2).



Figura 1.1. Representación esquemática de un hongo con crecimiento micelal (moho): hifa septada, hifa cenocítica.




Figura 1. 2. Micelio septado (S) con hifas reproductoras (hr) y conidias ( C ).


Macroscópicamente, los mohos se desarrollan en el laboratorio sobre la superficie de sustratos o medios de cultivo, formando colonias aéreas, de aspecto algodonoso, vellosas o pulvurulentas y de color variable. (figura 1.3)






Figura 1.3. Cultivo en placa de Petri de un moho. Observe el aspecto algodonoso de las colonias.


Levaduras

Microscópicamente las levaduras son organismos unicelulares, de forma esférica o elipsoidal, y tamaño variable de 3 a 15 µm de diámetro. La mayoría de las levaduras se reproducen por gemación o brotación, aunque unas pocas lo hacen por fisión binaria.

El proceso de brotación o gemación se inicia por autolísis en un punto de la pared celular, lo cual produce un reblandecimiento localizado de la pared. Como consecuencia, se ejerce una presión interna en esta área haciendo que la membrana citoplasmática subyacente sea excretada a través de la pared reblandecida y se forme un pequeño brote o gema que progresivamente comienza a agrandarse. El núcleo de la célula madre se divide en dos y una copia es segregada hacia el brote. Se sintetiza nueva pared celular alrededor de la gemación y ésta se separa de la célula madre como blastoconidia, el ciclo se completa y puede repetirse. En el sitio de unión con la levadura madre, la célula hija presenta una cicatriz de nacimiento convexa, y la célula madre una cicatriz de formación de brote cóncava. La célula madre puede brotar, sucesivamente, desde varios puntos de su membrana; este fenómeno se llama multibrotación y es característico de pocos hongos patógenos. De este modo, cada levadura adulta tiene una sola cicatriz de nacimiento, pero puede poseer diversas cicatrices de formación de brote. Algunas especies de levaduras producen brotes que característicamente no se separan y se hacen elongadas; así la continuación del proceso de brotación forma una cadena de células unidas unas a otras por una constricción que semejan hifas, estas falsas hifas se denominan seudohifas (figuras 1.4, 1.5).





Figura 1.4. a. Esquema representativo del proceso de gemación de una levadura tipo. b. Seudohifa




Figura 1.5. Seudohifa (S) con blastoconidias (B)


Macroscópicamente las levaduras crecen en los medios de cultivo sólidos formando colonias opacas, de aspecto pastoso, color cremoso aunque algunas especies son característicamente pigmentadas (figura 1.6).




Figura 1.6. Cultivo de hongo levaduriforme